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viernes, 14 de octubre de 2011

Modernidad v/s Actualidad


  Universidad del Bio-Bio
Facultad de Educación y Humanidades
Departamento de Ciencias de la educación.

           Lucha social de la Mujer   
“Guía de la buena esposa”, 11 reglas para mantener a tu marido feliz.
Este  texto consta de 11 reglas para mantener al marido feliz cuando llega a casa, después del trabajo, nosotros nos enfocamos en la regla número "11" precisamente por la frase “no te quejes”  aunque parece una broma es real y asemeja el papel de la esposa al de esclava, fue publicado en 1953 y se entregaba en España a todas mujeres que hacían el Servicio Social en la Sección Femenina, algo así como un servicio militar para aprender las tareas de casa.




La mujer desde el principio de la humanidad ha debido recorrer un camino lleno de obstáculos para lograr mantener su condición de madre y tener la posibilidad de trascender en la sociedad.

Con el paso de los años la mujer se ha ganado su espacio en la sociedad, por medios de luchas, y acontecimientos que desgraciadamente han requerido de muchas muertes de mujeres que solo querían conseguir su lugar en la sociedad. El 8 de marzo fue instaurado como el Día de la Mujer y sus antecedentes históricos así como las razones para escoger este día resultan difíciles de rastrear. Sin embargo, se puede establecer que todo se inició el último día de febrero de 1908, fecha en que varias organizaciones femeninas y socialistas organizaron manifestaciones públicas para luchar por los derechos políticos y económicos de la mujer, así como su derecho al voto. Esto ocurrió en Estados Unidos.  El año siguiente más de 2.000 personas asistieron a una demostración popular en Manhattan, Nueva York para unirse a la lucha de todas las mujeres y en 1910, las feministas de todo el país norteamericano se unieron en una sola causa: los derechos de la mujer. Este mismo año (1910) se celebró en Copenhague, Dinamarca, el 27 de agosto, la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas, donde asistieron delegadas de muchos países representando sindicatos, partidos y organizaciones socialistas. Fue entonces que se instauró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, aceptando la propuesta de Clara Zetkin y Kathy Duncker miembros del Partido Socialista Alemán.  Este hecho causó gran polémica en su momento, pues aunque todas las organizaciones socialistas y laboristas buscaban unirse a la sombra de una causa común, eran movimientos eminentemente masculinos que no habían siquiera pensado en incluir a las mujeres dentro de sus objetivos. Dentro de lo que han conseguido están los siguientes puntos:

Sufragio y derecho a voto de la Mujer.
    El sufragio femenino ha sido aprobado (y revocado) varias veces en distintos países del mundo. En algunos países como Estados Unidos o Sudáfrica el sufragio femenino se ha autorizado antes que el sufragio universal; así, una vez concedido éste a los hombres y mujeres europeos, aún se les seguía negando el derecho a votar a hombres y mujeres de otras razas. No obstante, en la mayoría de países el sufragio femenino ha sido el que ha llevado al universal.
   En 1776 en Nueva Jersey se autorizó accidentalmente el primer sufragio femenino (se usó la palabra «personas» en vez de «hombres»), pero se abolió en 1807.
   En 1838 se aprobó el sufragio femenino (con las mismas características propias que el masculino) en las islas Pitcairn.
   En 1853 se aprobó el sufragio femenino en la provincia de Vélez (en el actual departamento colombiano de Santander). Fue el primer caso en un país independiente; no obstante fue revocado en 1857 y restablecido el 25 de agosto de 1954 pero, como el país vivía la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla, sólo pudo ponerse en práctica desde 1957.
   En la segunda mitad del siglo XIX, varios países y estados reconocieron un tipo de sufragio femenino restringido empezando por Australia del Sur en 1861.
   En 1869, el Territorio de Wyoming se convirtió en el primer estado de EE.UU. donde se instauró el «sufragio igual» (sin diferencias de género) aunque no el sufragio universal (no podían votar hombres ni mujeres de piel oscura).
   En 1893 se aprobó en Nueva Zelanda el primer sufragio femenino sin restricciones, gracias al movimiento liderado por Kate Sheppard. De todos modos a las mujeres sólo se les permitía votar pero no presentarse a elecciones. Las boletas femeninas de votación se adoptaron apenas semanas antes de las elecciones generales. Solo desde 1919 las neozelandesas obtuvieron el derecho a ser elegidas para un cargo político.
   El primer estado en ofrecer el sufragio universal (y también permitir a las mujeres presentarse a elecciones para el parlamento) fue Australia del Sur en 1902 (según otros en 1894) y Tasmania en 1903.
   El primer país en América Latina en aprobar el sufragio femenino fue Uruguay. La Constitución plebiscitada en 1917 ya permitía el voto femenino, el cual fue emitido por primera vez, en 1927, en el Plebiscito de Cerro Chato. Siendo así, el primer país de toda América en permitir el derecho al voto femenino, y ocuparía el sexto lugar en el mundo.

La integración de la mujer al trabajo masculino.
Básicamente comienza esta integración durante las guerras mundiales, pues los hombres tuvieron que ir a luchar, y en tanto las mujeres se encargaban de hacer  funcionar las industrias, y los quehaceres de los hombres

La inclusión de la mujer en la política.
A lo largo de la historia, en la mayoría de las culturas, las mujeres han sido sometidas a estructuras patriarcales que les han negado los derechos humanos más fundamentales. Las leyes antiguas y los sistemas tradicionales, como el cristianismo y el islamismo, antecedentes de los sistemas modernos, han provocado la dependencia de la mujer, de forma análoga a la esclavitud, a la explotación de las clases desfavorecidas y a la mano de obra.

Una de las razones podría ser el fortalecimiento y sostenimiento del poder y de la actividad económica y de igual forma se evidencia que quienes resultan sometidos son vistos, por los explotadores, como seres inferiores, inmaduros, infantiles, malvados o depravados

Acceso a la educación.

La educación es un derecho humano y un elemento indispensable para el progreso económico y social. Debe reconocerse que el acceso pleno y en condiciones de igualdad a la educación es un requisito fundamental para la potenciación de la mujer, y un instrumento fundamental para lograr los objetivos de igualdad de género, desarrollo y paz.
Pese a que se ha informado de progresos, persisten grandes diferencias entre el hombre y la mujer en lo que respecta a su acceso a la educación. La eliminación de la alta tasa de analfabetismo entre las mujeres y las niñas sigue siendo una urgente tarea a nivel mundial. De acuerdo con el Instituto de Estadística de la UNESCO, se calcula que en la actualidad dos terceras partes de los 875 millones de adultos analfabetos en el mundo son mujeres. En Asia meridional, casi tres de cada cinco mujeres son analfabetas, y se calcula que todavía la mitad de todas las mujeres en África y la región árabe son analfabetas.
Las disparidades por motivos de género en las tasas de alfabetización son menos pronunciadas entre los adultos jóvenes. En la actualidad apenas hay diferencia, o no hay diferencia ninguna, en las tasas de alfabetización de las personas de 15 a 24 años de edad en varias regiones del mundo, como Europa, América del Norte, América Latina y el Caribe, y Asia oriental y Oceanía.
En la Plataforma de Acción aprobada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, se reconoce la necesidad de que la mujer tenga acceso pleno y en condiciones de igualdad a la educación y la capacitación como una de las 12 esferas de preocupación que exigen medidas urgentes de los gobiernos y la comunidad internacional.
    La iniciativa E-9, en la que participan Bangladesh, el Brasil, China, Egipto, la India, Indonesia, México, Nigeria y el Pakistán, que en conjunto representan la mitad de la población mundial y el 70% de los analfabetos del mundo. Esos Estados han adoptado medidas concretas para lograr el objetivo de educación para todos, con especial hincapié en la educación de las mujeres y las niñas. En la India, por ejemplo, la tasa de alfabetización de la mujer se elevó del 39,3% en 1991 al 50,3% en 1997, cifra superior a la relativa a los hombres.
    El Nepal es uno de varios países que proporcionan becas a las niñas de familias pobres o de zonas rurales. Se ofrecen incentivos a las buenas estudiantes de las zonas rurales para que sigan la carrera de magisterio y enseñen en sus aldeas.
    En Botswana actualmente asisten más mujeres que hombres a los cursos de alfabetización, a los proyectos de alfabetización funcional y a los cursos de educación a distancia, como resultado de un esfuerzo concertado a escala nacional.
    En Burkina Faso se han establecido cupos en las escuelas satélite, en los centros de educación no académica y en los centros de alfabetización, con objeto de garantizar que el 50% de los estudiantes sean niñas.
    El Senegal informa de que, como resultado de la reducción del analfabetismo femenino, ha aumentado la tasa de matrícula escolar de las niñas del 35% al 52,9%.
    Bhután informa de que, gracias a sus programas nacionales, el 70% de los beneficiarios de los programas de educación no académica son mujeres.

Integración a las fuerzas armadas
Orden DEF/524/2005, de 7 de marzo, por la que se dispone la publicación del Acuerdo de Consejo de Ministros de 4 de marzo de 2005, por el que se aprueban medidas para favorecer la incorporación y la integración de la mujer en las Fuerzas Armadas.
 El Consejo de Ministros, en su reunión de 4 de marzo de 2005, adopto un Acuerdo por el que se aprueban medidas para favorecer la incorporación y la integración de la mujer en las Fuerzas Armadas.
 Acuerdo por el que se aprueban medidas para favorecer la incorporación y la integración de la mujer en las Fuerzas Armadas
  La incorporación de la mujer en las Fuerzas Armadas españolas ha sido un hito importante para la consecución de la igualdad laboral de los hombres y mujeres en nuestro país. Es en 1988, cuando mediante el Real Decreto Ley 1/1988, de 22 de febrero, se regula, por primera vez, la incorporación de la mujer a las Fuerzas Armadas.
 Este principio de igualdad se incorpora en la vigente Ley 17/1999, de 18 de mayo, de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, toda vez que es aplicado con todas sus consecuencias, de tal modo que la carrera profesional es exactamente igual para hombres y mujeres, no existiendo ningún destino en las Fuerzas Armadas que esté vetado a las mujeres, incluidos los de tipo táctico u operativo.
  En la actualidad el número de mujeres militares es superior al 10,9 % sobre el total de efectivos de las Fuerzas Armadas, lo que revela que España es el país de la OTAN que, probablemente, haya adquirido este porcentaje en menos tiempo.

Todo esto nos demuestra que la mujer es primordial para sostener el país, y que es capaz de estar al mismo nivel del hombre

“No se trata de defender la causa de la mujer contra el hombre sino de la insistente reivindicación de la mujer para tener derecho a hablar, porque el mundo necesita oír su voz” (Cooper, 1982)

Actualmente.
     Los logros de la mujer contemporánea ha consistido en poder insertarse en el mundo laboral, social y político, al mismo nivel que el hombre. Muchas carreras universitarias, que antes parecían reservadas a los hombres, hoy ven sus matrículas ocupadas por igual o mayor número de mujeres , y lo que es más interesante, con mejores resultados académicos para ellas en muchas ocasiones. De esta manera la mujer está logrando la autonomía e independencia económica que necesitaba para no verse subyugada a la decisión del varón, y poder disponer de su propia vida con mayor libertad y dignidad. Se dice que desde que la mujer ha salido del hogar para trabajar, el hogar y la familia han sufrido menoscabo, pero la mujer siente que debe hacerlo, que no debe volver a encerrarse en el hogar, que debe colaborar al sustento familiar y a su desarrollo personal, y que habrá que buscar otras soluciones para que la familia no sufra ese menoscabo.

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